Anestésicos, lejos de la respuesta final

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A casi todos, en algún momento, nos ha tocado pasar por el quirófano. Esperamos no sentir dolor durante la cirugía o al menos no tener memoria del procedimiento. Pero no siempre fue así. Antes de la invención de la anestesia, los pacientes solo podían esperar contrarrestar el dolor de la cirugía con opio, alcohol o una bala para morder. Pero, desde mediados del siglo XIX, en los hospitales nos han adormecido con anestesia general para realizar operaciones y cirugías de rutina.

En la actualidad, se usa miles de veces al día en todo el mundo. Aunque sabemos que nos hace perder el conocimiento, el mecanismo real detrás de la anestesia general es desconocido y aún no tenemos una explicación satisfactoria. ¡Para la ciencia es un misterio!

Se han realizado muchas investigaciones para garantizar que los anestésicos sean lo más seguro posible, pero su mecanismo de cómo funciona no se comprende del todo. La teoría predominante era que muchas de estas sustancias reducen las actividades normales del cerebro, lo que resulta en la incapacidad de moverse o sentir dolor. Sin embargo, ha sido un gran misterio durante unos 170 años. Pero eso no ha impedido que los científicos presenten hipótesis durante todo este tiempo.

Hipótesis e historias detrás de la anestesia

El primer paciente se sometió a anestesia general en 1846 y al año siguiente, en 1847, dos investigadores propusieron la idea de la “teoría de los lípidos”, donde la anestesia funcionaba al disolverse en las membranas grasas del exterior de las células cerebrales (también conocidas como lípidos) de las células del cerebro, para interferir con la forma en que funcionaban las neuronas (células nerviosas). 

La teoría de los lípidos lentamente perdió fuerza en las décadas siguientes a favor de otras hipótesis, dando paso a la idea de que ciertos receptores cerebrales se unen a los anestésicos. Los investigadores de todo el mundo han aislado ciertos tipos de receptores dentro del cerebro y generado mecanismos que crean este estado de “hipnosis reversible” o inconsciencia.

Estas teorías necesitan no solo describir cómo la conciencia emerge de la actividad cerebral sino también explicar, cómo esta actividad cerebral se ve afectada por los múltiples objetivos de la acción anestésica. Todavía estamos buscando el eslabón perdido entre la sustancia física de nuestro cerebro y el contenido subjetivo de nuestras mentes. 

Más recientemente, este año hemos visto una serie de artículos científicos que afirman que el mecanismo de anestesia general se ha resuelto, de maneras completamente diferentes. Si bien estos titulares pueden hacer creer que tenemos todas las respuestas, las cosas nunca son tan simples en la ciencia. 

Tomemos por ejemplo, el estudio publicado el 2 de marzo en el Journal of Neuroscience, con “evidencia concluyente”, que revelaba cómo un anestésico general de uso común llamado isoflurano debilita la transmisión de señales eléctricas entre las neuronas, en los cruces llamados sinapsis. En la mayoría de las sinapsis, la comunicación se produce a través de mensajeros químicos o neurotransmisores. El anestésico tuvo un efecto sobre las funciones como la cognición o el movimiento, sin afectar el soporte vital, como la respiración. Mientras, el estudio publicado en la revista Neuron del 18 de abril, fue publicitado como: “los científicos descubren cómo funciona la anestesia general”.

En este artículo los investigadores rastrearon un pequeño grupo de células en la base del cerebro responsable de liberar grandes cantidades de hormonas directamente en el torrente sanguíneo para regular las funciones corporales, el estado de ánimo y el sueño. Uno de los último artículo publicado el 28 de mayo en Proceedings of the National Academy of Sciences, proporciona una “explicación” de cómo los anestésicos generales actúan directamente sobre los canales iónicos, las “compuertas” empotradas en las membranas celulares y su importancia en el estado de inconciencia. 

Hoy en día, hay una gran cantidad de anestésicos generales utilizados en medicina, todos con estructuras moleculares bastante diferentes. Sería una gran coincidencia si todos trabajaran exactamente de la misma manera. Eso es lo que desconcierta a los investigadores, porque los fármacos anestésicos (gases, vapores o intravenosos) con tipos de estructuras completamente diferentes, todos llegan a este estado final que parece idéntico. Pero claramente no pueden funcionar a través de un solo mecanismo porque simplemente no tendría sentido, hay demasiados tipos diferentes de llaves que pasan por una sola cerradura.

Lo más probable es que el producto final, la falta de conciencia, sea producido por una serie de mecanismos moleculares diferentes y no por un escenario único para todos. Estas cerraduras probablemente estén conectadas entre sí dentro de la célula y probablemente pueda ingresar y desbloquear esa célula a través de uno de varios mecanismos diferentes. Es por eso que esto sigue siendo muy desconcertante. 

Todos estos trabajos, presentados en tres meses muestran resultados interesantes, pero está lejos de ser la respuesta final, al igual que muchos de los otros artículos anteriores. Probablemente sea parte de la verdad, pero claramente no será toda la verdad porque es inconsistente con otros tipos de investigación. Lo cierto, es que nos estamos acercando a cómo funcionan los anestésicos, aunque hay mucho más que no sabemos.

Entonces, los titulares que afirman que los investigadores han “resuelto” cómo funciona la anestesia general no están del todo equivocados. Ya se trate de canales iónicos, hormonas o un debilitamiento de las sinapsis en el cerebro, todos son parte del mismo rompecabezas. Simplemente no tenemos todavía las piezas completas. Afortunadamente, cuanto más se investiga, más cerca estamos de obtener una respuesta completa.

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