Para muchos, estamos condenados a vender nuestra alma a uno u otro diablo. En las circunstancias actuales, la hegemonía imperialista a decir menos, está en disputa.
El rescate griego parece darle la razón al exministro Varoufakis. Ha sido un fracaso. Si vemos en términos del desarrollo, Grecia está detrás de las escalas alcanzadas en la producción de distintos rubros.
Ya el espejismo que vieron algunos chavistas comienza a disiparse. Ya salen de la borrachera. Las palabras de Padrino, hechas realidad, y los precios de mercado, anuncian que la pesadilla sigue, pero peor.
Se aprovecha Maduro y sus secuaces del terror que vienen sembrando. El atentado, o autoatentado, les sirve como telón de fondo para producir medidas explosivas