El advenimiento de las llamadas Redes Sociales lleva este dominio a una escala jamás vista e implica, como han afirmado muchos, un cambio de época que no ha tenido un desenlace, un punto de inflexión. Ya no se trata del dominio sobre la opinión pública y la influencia general de la sociedad, sino el dominio directo sobre el pensamiento de cada individuo en la sociedad.