Con esta medida, además de poner en evidencia el deterioro del signo monetario, se empuja más hacia la dolarización. A pesar de ello, el dólar pierde cada vez más poder adquisitivo.
Impulsados por la idea de que no podía esperarse más tiempo, en virtud de que la gente debía cargar cada más papel moneda para comprar mercancías elementales, promueven esta puesta en escena