Esta dictadura, tras el disfraz socialista, para mantenerse en el poder incurre en las más aberrantes y antinacionales políticas. A la entrega a chinos y rusos se suma la displicencia en relación con el Esequibo.
Finalmente, tal como si leyésemos a Cicerón, un insospechado material, el innoble plomo, nos permite una nueva vía de acceso para repensar la historia del Imperio Romano.