El rescate griego parece darle la razón al exministro Varoufakis. Ha sido un fracaso. Si vemos en términos del desarrollo, Grecia está detrás de las escalas alcanzadas en la producción de distintos rubros.
Ya el espejismo que vieron algunos chavistas comienza a disiparse. Ya salen de la borrachera. Las palabras de Padrino, hechas realidad, y los precios de mercado, anuncian que la pesadilla sigue, pero peor.
Es una salida capitalista en toda regla que afianza el carácter dependiente y semicolonial de Venezuela. Inicialmente dolariza, aunque deja abierta la posibilidad de cambiar al yuan, y a otras monedas.
Se ha sembrado la más grande incertidumbre en la gente. Trabajadores, comerciantes, empresarios, intelectuales, andan a la expectativa. Reina la confusión