En las orillas del río Amazonas, en el sureste de Ecuador, un equipo de arqueólogos e investigadores descubrieron recientemente que el origen del chocolate se remonta a 5300 años, mucho antes de que se hicieran bebidas a base de cacao en Mesoamérica por parte de civilizaciones en México y América Central.
El árbol del cacao y en particular las bebidas hechas a partir de sus semillas secas, se ha vinculado durante mucho tiempo con las culturas maya, olmeca y otras civilizaciones antiguas en Mesoamérica, por lo que los investigadores habían asumido que la domesticación y el uso temprano de la planta ocurrieron hace unos 3900 años en América Central, una creencia adoptada por las compañías de chocolate que producen productos con nombres como Maya Gold.
Antes fue en Ecuador
Sin embargo, un nuevo estudio de ADN, cambia esta corriente. Ahora los expertos dicen que sus semillas se usaron por primera vez en el Ecuador actual por miembros de la cultura Mayo Chinchipe, en una investigación que desplaza la fecha del primer uso del cacao en 1500 años y cambia la ubicación del evento culinario a la parte superior del Amazonas, unos 2000 km de Centroamérica.
Esta semana en Nature Ecology and Evolution, los arqueólogos Sonia Zarrillo y Michael Blake lideraron a un equipo de más de una docena de investigadores que buscaban las primeras evidencias del uso del cacao, las cuales hallaron en el sitio de Santa Ana-La Florida, siendo el sitio arqueológico más antiguo conocido de la cultura Mayo Chinchipe, que existió en las tierras altas de Ecuador. Este sitio, que se ha excavado desde 2002, ha mostrado restos de cultivos de maíz, frijoles, batata y cacao, además de objetos de cerámica, cuencos de piedra y joyas.
Para probar la presencia de residuos de Theobroma (cacao) se analizaron los artefactos de las tumbas, los vertederos y un sitio ceremonial. Los resultados revelaron que varios artefactos analizados contenían granos de un grupo de plantas al que pertenece el árbol del cacao. Además, la teobromina, una sustancia de sabor amargo que se encuentra en altas concentraciones en las semillas del cacao aparece en 25 objetos de cerámica y 21 de piedra, cuya naturaleza porosa retenía este químico, probablemente durante su procesamiento.
Pero, para buscar específicamente Theobroma, los investigadores utilizaron métodos de análisis de ADN para aislar esa especie individual. La secuenciación del ADN a partir de muestras arqueológicas reveló evidencia del compuesto. Sin embargo, para estimar las contribuciones relativas de las diferentes especies posibles de Theobroma, Zarrillo y sus colegas utilizaron modelos estadísticos para identificar grupos genéticos, diferenciando efectivamente a T. cacao en las muestras de otras especies relacionadas. Comparando sus resultados con los de otros análisis de cacao conocidos, llegaron a la conclusión de que la mayoría de la teobromina que identificaron era de cacao.
Dada la fecha de las muestras de Santa Ana-La Florida, la identificación de Theobroma cacao en este sitio significa que es la evidencia arqueológica más antigua del uso de cacao en el Nuevo Mundo. En toda América Central, el cacao fue económica y políticamente importante para una variedad de culturas precolombinas. Fue utilizado como pago de tributo y efectivamente como moneda y con el tiempo, fue tan popular que se cultivó en grandes plantaciones y formó el ingrediente principal de las bebidas espumosas de chocolate que consumió la élite durante los festivales. Los exploradores españoles en la década de 1520 se llevaron los granos de cacao a casa y difundieron su delicadeza por toda Europa.
Pero mucho antes de que cobrara mayor importancia en las sociedades mesoamericanas, el pueblo Mayo Chinchipe de las tierras altas de Ecuador lo cultivó y lo utilizó. Como las culturas precolombinas de América del Sur no tenían un sistema de escritura formal conocido, debemos confiar en las fuentes etnográficas y etnohistóricas, así como en las representaciones de cerámica y tallas en piedra, para dilucidar los usos y la importancia del cacao en este periodo de tiempo.
También era especial
Blake dijo que el descubrimiento de rastros en recipientes de lujo, algunos de los cuales eran ofrendas funerarias encontradas en tumbas, podría haber sido una parte importante del banquete y el comportamiento ritual. “Significa que incluso en estos tiempos remotos fue un uso especial de esta deliciosa bebida, y tal vez incluso de una bebida ceremonial, lo que atrajo la atención de la gente y quizás provocó su movimiento en el resto de América”, dijo. “Confirma aquello que los botánicos han sospechado durante mucho tiempo: que la región amazónica es donde podríamos esperar encontrar algunos de los primeros usos”, dijo Blake.
Pero el Dr. Omar Cornejo, de la Universidad Estatal de Washington, dijo que si bien los nuevos hallazgos ofrecieron evidencia convincente de que el cacao se estaba utilizando en Ecuador hace miles de años, no mostró que el cacao en realidad sufriera domesticación allí, lo cual involucra un proceso intensivo de cultivo y deja fuertes firmas genéticas. Por su parte, el Dr. Cameron McNeil, un arqueobotánico de Lehman College, estuvo de acuerdo con el estudio de Zarrillo y Blake.
Otro aporte de este estudio, es que respalda indicios anteriores de que el cacao podría haberse utilizado hace mucho tiempo en Ecuador, Colombia y Venezuela, donde se han encontrado cerámicas decoradas con imágenes alusivas. Estas investigaciones anteriores han demostrado que la parte superior del Amazonas alberga la mayor diversidad genética de Theobroma cacao, el árbol del cacao. ¡Ha llegado el momento para que el cacao sea el protagonista de nuestra historia!
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