Mientras la inflación de enero de 2014 alcanzó el 3.3%─que coloca a Venezuela, en perspectiva, con el índice más alto del mundo─ y la recesión anunciada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se hace evidente, con el Sicad II el gobierno da otro golpe que afianza la tendencia a la estanflación, recesión con inflación. Otra cosa no se puede concluir cuando se legítima el mercado paralelo con el tal Sicad II, sin el anuncio de ninguna medida que permita recuperar la economía que no sea un diálogo donde se hacen mayores concesiones a la oligarquía financiera.En el Sicad I se transan entre un 10% y un máximo de un 15% de las divisas en circulación. En días, mediante Sicad II se transa una cantidad insignificante toda vez que más del 95% se transan en sicad I, a 11,80 en promedio, y por lo Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) a 6,30. Es más, como ha establecido el gobierno, sus autoridades monetarias y económicas, el 82 % de las divisas captadas por el Estado serán vendidas a la tasa oficial subvencionada de 6,3 bolívares por dólar y solo el 18 % restante al doble de ese tipo de cambio fijo.“Se trata de 42.960 millones de dólares, un número muy grande, extraordinario”, según Ramirez, máximo capo en asuntos económicos, que se ofertará a 6,30 bolívares. Es aquí donde se encuentra el gran negocio de los importadores. Compran a 6,3, venden muy por encima de este cambio. Negocio redondo.Mientras, se afianza una política económica destructiva que impide el fortalecimiento del signo monetario, elevando a la par la liquidez monetaria mediante la emisión de papel moneda sin respaldo en el crecimiento económico. Esto es, se sigue adelantando una política a favor de la importación y la destrucción del aparato productivo, en medio de la sequía de dólares producto de la caída de la captación de divisas mediante el negocio petrolero. Cae la producción como resultado de las políticas erróneas en materia de inversiones, entre otros dislates. Caen los ingresos de la factura china, por ejemplo, ya que más de la mitad se usan en el pago de deuda. Cae, la factura de las ventas a EEUU, dado el incremento en la producción petrolera en esta nación.Sicad II, sus subastas, sólo sirven para legitimar el dólar libre, cuyos efectos no se hacen esperar. A pesar de ser muy pequeña la cantidad subastada mediante este sistema, repercute de manera inmediata en la economía especulativa. Por aquel principio según el cual el vendedor al ver condiciones para vender más caro estafa al consumidor, los productos se hacen más caros. Comprar lo más barato posible, vender lo más caro que permita el mercado. Eso es básico en el orden capitalista. A ello contribuye esta política económica. Inflación, escasez y varios tipos de cambio, afianzan la especulación. Empobrecen al ciudadano.A su vez, no contentos con esto, el gobierno decreta aumentos en un conjunto de rubros de la canasta alimentaria que anuncia que la pobreza dará paso al incremento del hambre en amplios sectores de la población.El gobierno busca a cualquier precio no fracturar elbloque de la dominación chavista uno de cuyos principales sostenes es la oligarquía financiera importadora, fuertemente articulada con capitostes del régimen. Además, pone de manifiesto su verdadera naturaleza, mientras le da a los importadores y a los grandes banqueros, empobrece a las grandes mayorías. Pero, a su vez, socava más sus cimientos en medio de la más grande Rebelión Democrática vivida en Venezuela, con la muchachada a la vanguardia. A ella atizan estas medidas. Carlos HermosoCaraca, 30 de marzo de 2014