El salario del hambre puede derivar en el salario del miedo. Del que sentirá la tiranía. Esta expresión se usa para titular la célebre cinta, El salario del miedo, dirigida por Henri Clouzot, basada en la novela homónima de George Arnaud.
Nuevamente Argentina ve cómo sus verdaderas potencialidades son dejadas a un lado. Su tragedia lleva un siglo sin dejar la intensidad del sentimiento de frustración. Tal vez de allí venga ese talante depresivo de mucha de su gente que han colocado en sus letras poetas como Raúl González Tuñón.
Resulta paradójico que sean los países desde donde se fraguó teórica y prácticamente la política de la globalización y el neoliberalismo, los que ahora buscan sustituirla por la protección.
Bajos salarios, unidos a la destrucción de la organización sindical, afianzan la contratación de los trabajadores de manera más ventajosa para el patrón, sea el Estado o la empresa privada.
En medio de la guerra comercial y la tendencia al desplazamiento del dólar como moneda de reserva y de cambio, la fortaleza del bitcoin y la tendencia a la elevación de su precio de mercado parecen sostenibles.