Durante algunas noches en abril del año pasado, los astrónomos conectaron ocho radiotelescopios del mundo para una pequeña sesión de fotografía, su objetivo era reconstruir la imagen del agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de nuestra Vía Láctea. Los agujeros negros, son de los fenómenos más desconcertantes del universo, la gravedad de estos puntos extremadamente densos en el espacio es tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. Pero con la configuración correcta y la tecnología actual, podríamos echarle un vistazo. Los astrónomos todavía están analizando los datos y esperan hacerlos públicos este año. La fotografía final, si la obtuvieron, sería la primera imagen de un agujero negro, esta imagen sería la prueba definitiva de su existencia y las personas detrás de este esfuerzo realmente deseaban que Stephen Hawking estuviera allí para verlo.
Stephen Hawking, cuya mente brillante se extendió a través del tiempo y del espacio, a pesar de que su cuerpo estaba paralizado por la enfermedad, ha muerto a los 76 años. Hawking falleció en su casa en Cambridge, Inglaterra. El físico teórico más conocido de nuestra época, escribió con tanta lucidez sobre los misterios del espacio, el tiempo y los agujeros negros en su libro Una breve historia del tiempo que se convirtió en un best seller, transformándolo en una de las mayores celebridades de la ciencia desde Albert Einstein. “Fue un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado perdurará por muchos años”, dijeron sus hijos Lucy, Robert y Tim en un comunicado luego de su muerte.
A pesar que su cuerpo fue atacado cuando tenía 21 años por esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa que consume al sistema nervioso, asombró a los médicos al vivir con la enfermedad por más de 50 años. Un severo ataque de neumonía en 1985 lo dejó respirando a través de un tubo, lo que le obligó a comunicarse a través de un sintetizador de voz electrónico que le dio su distintiva y monótona voz robótica. Pero continuó su trabajo científico, apareció en televisión e incluso se casó por segunda vez.
Siendo uno de los sucesores de Isaac Newton como Catedrático Lucasiano de Matemáticas en la Universidad de Cambridge, Hawking primero ganó fama por su trabajo teórico sobre los agujeros negros, rechazando la creencia que los agujeros negros eran tan densos que nada podría escapar a su atracción gravitacional, demostrando que pueden emitir un poco de luz y otros tipos de radiación, ahora conocida como «radiación de Hawking».
La otra gran contribución científica de Hawking fue en la cosmología, el estudio del origen y la evolución del universo. Al trabajar con Jim Hartle, de la Universidad de California en Santa Bárbara, propuso en 1983 que el espacio y el tiempo podrían no tener principio ni fin. En 2004, anunció que había revisado su punto de vista anterior que los objetos absorbidos en los agujeros negros simplemente desaparecían, tal vez para entrar en un universo alternativo. En cambio, dijo que creía que los objetos podían ser arrojados en forma fragmentada. Esa nueva teoría coronó su lucha de tres décadas para explicar una paradoja en el pensamiento científico: ¿cómo pueden los objetos “desaparecer” dentro de un agujero negro y no dejar rastro?
En resumen, Hawking estuvo involucrado en la búsqueda del gran objetivo de la física: una «teoría unificada«. Tal teoría resolvería las contradicciones entre la teoría de la relatividad de Einstein, que describe las leyes de la gravedad que rigen el movimiento de grandes objetos como los planetas y la mecánica cuántica, que trata del mundo de las partículas subatómicas. Para Hawking, la búsqueda fue casi religiosa: dijo que encontrar una “teoría del todo” le permitiría a la humanidad “conocer la mente de Dios”.
“Una teoría unificada completa y consistente es solo el primer paso: nuestra meta es una comprensión completa de los eventos que nos rodean y de nuestra propia existencia”, escribió en Una breve historia del tiempo. Luego en 2001 publicó una secuela más accesible El universo en una cáscara de nuez, actualizando a los lectores sobre conceptos como la súper gravedad, las singularidades y la posibilidad de un universo de 11 dimensiones.
La combinación de sus libros y su actitud frente a la discapacidad casi total, lo convirtieron en uno de los rostros más reconocidos de la ciencia. Hizo apariciones en series de televisión como “The Big Bang Theory”, «Los Simpsons» y “Star Trek: La Nueva Generación”. Sus primeros años de vida fueron narrados en la película La Teoría del Todo con Eddie Redmayne, ganador del Oscar al mejor actor por su interpretación del científico. La película centró aún más la atención en los logros notables de Hawking.
Sus logros y longevidad ayudaron a demostrar a muchos que las discapacidades más graves no tienen por qué impedir el éxito. Richard Green, de Motor Neurone Disease Association, dijo que Hawking cumplió con la definición clásica de la enfermedad, como “la mente perfecta atrapada en un cuerpo imperfecto”, siendo una inspiración para personas que padecían la enfermedad. Mientras, el propio Hawking dijo que la discapacidad no perjudicó su trabajo. Ciertamente, no hizo mucho para disminuir su ambición de experimentar físicamente el espacio por sí mismo: probó la ingravidez en 2007 cuando fue llevado a bordo de un avión para simular la gravedad cero. Hawking había esperado abandonar la atmósfera de la Tierra por completo algún día, un viaje que a menudo recomendaba al resto de los habitantes del planeta: “A la larga, la raza humana no debería tener todos sus huevos en una sola canasta, o en un planeta”. “Espero que podamos evitar dejar caer la canasta hasta entonces”.
Pocos científicos se vuelven celebridades y Hawking logró hacerlo sin “enloquecer” a nadie. Desde Einstein nadie ha tenido una comprensión tan clara, junto con la habilidad para comunicarlo al público. Persistió en su vida y en su trabajo: escribió artículos, dio charlas amenas y asistió a conferencias sobreponiéndose a sus limitaciones físicas. Hawking mantuvo vivo el debate sobre los agujeros negros, era un gigante en el campo, pero también era un jugador de equipo. Todavía no sabemos las implicaciones finales de esto. La última gran revolución en la teoría de la gravedad fue la relatividad general de Einstein, que nos dio nuevos conocimientos sobre el espacio y el tiempo, además de permitir que disfrutemos de dispositivos GPS. Quién sabe cuáles serán las implicaciones de la gravedad cuántica, pero sabemos que comenzó con Hawking.
Foto: Stephen Hawking durante una conferencia en el World Trade Center / EFE
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