Este cinco de enero de 2020, la atención de muchos, seguro estuvo centrada en la instalación de los nuevos integrantes de la Asamblea Nacional. Las expectativas por saber las reacciones de los desalojados y las acciones de los nuevos diputados. Sin embargo, detrás de este cacareado espectáculo hubo otro que ocurría de manera paralela y discreta, como se hace con aquellas acciones que llenan de vergüenza y oprobio a sus ejecutores.
Nuevamente Argentina ve cómo sus verdaderas potencialidades son dejadas a un lado. Su tragedia lleva un siglo sin dejar la intensidad del sentimiento de frustración. Tal vez de allí venga ese talante depresivo de mucha de su gente que han colocado en sus letras poetas como Raúl González Tuñón.
Mucho hablamos de la aspiración democrática. Quienes enfrentan y se oponen al régimen chavista parecen tenerlo bien claro. Pero, ¿de qué democracia hablan?