El petróleo tiende a ser sustituido como principal fuente de energía. Esa tendencia, cuyas manifestaciones son cada vez más claras, debe ser tomada en cuanta a la hora de definir la política petrolera.
China parece convertirse en el hegemón mundial y se presenta ante el mundo como un país socialista, guiado por un partido comunista. Pero son hoy los más interesados en preservar el liberalismo moderno. Parece una contradicción. Pero no, es la naturaleza del revisionismo.
La economía mundial sigue dependiendo en gran medida del petróleo barato, un recurso no renovable y principal contribuyente de los gases de efecto invernadero.
El nivel alcanzado por el despojo del bolsillo de los trabajadores es de tal grado, que el Gobierno se ve obligado a producir sucesivos ajustes salariales para atemperar la brusca caída de la demanda social.