Esta variante, llamada B.1.1.7, tiene una cantidad inusualmente grande de cambios genéticos, particularmente en la proteína de pico, que es la forma como el virus ingresa a nuestras células.
Cuando miraron en conjunto a los genes implicados en estas regiones de ADN, surgieron algunos patrones interesantes. La forma en que los genes influyen en la cara no fue del todo uniforme. Descubrieron que algunos tenían efectos muy localizados e impactaban partes específicas del rostro, mientras que otros tenían efectos amplios que involucraban múltiples regiones.
Ahora sabemos que los elementos básicos del sexo, la atracción y el intercambio de material genético, son mucho, mucho más antiguos que la diferenciación entre machos y hembras.
Desde los petroglifos del cerro Pintado en el estado Amazonas hasta las ecuaciones de Albert Einstein, el arte y la ciencia se permiten mutuamente profundizar en sus respectivas expresiones de la realidad.
Los humanos aún no hemos desarrollado mutaciones genéticas para la telepatía o los superpoderes como en los comics, pero un nuevo estudio muestra que nuestra especie todavía está evolucionando de maneras únicas.
Los seres humanos no siempre fuimos los animales dóciles, amables y domesticados que somos hoy. Muy probablemente nuestros antepasados eran salvajes, feroces, y solo con el tiempo, se seleccionaron rasgos más cooperativos entre nosotros
Un número creciente de científicos ve a un cadáver en descomposición como la piedra angular de un ecosistema vasto y complejo, que emerge poco después de la muerte, que florece y evoluciona a medida que avanza la descomposición
La pandemia ha obligado que todo tipo de edificación permanezca vacía durante un largo período de tiempo. A medida que las personas se aventuran nuevamente a sus universidades, escuelas y oficinas, también pueden encontrar, como yo, una sorpresa desagradable.