En economía se perciben los fenómenos, y la manera como se desarrollan las relaciones de producción y de cambio, una veces desde el estómago. Otros, los más sesudos, los perciben con un colorante ideológico que distorsiona aún más la realidad tan retorcida.
Finalmente, tal como si leyésemos a Cicerón, un insospechado material, el innoble plomo, nos permite una nueva vía de acceso para repensar la historia del Imperio Romano.